Terapia Cognitivo Conductual & Mindfulness ¿Qué es?

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La terapia cognitivo conductual es un tratamiento enfocado en el cambio. Ve a los síntomas de una persona con ansiedad o depresión como un problema que debe resolverse y se ha enfocado en la creación de técnicas para su reducción o eliminación, con efectos que se han sostenido a lo largo de los años. La terapia cognitivo conductual toma su nombre de dos conceptos. En cuanto a lo cognitivo, se refiere a todos los procesos de pensamiento que están involucrados en la génesis y mantenimiento de los problemas psicológicos. Mediante técnicas de debate y corrección del pensamiento, logra modificar patrones comunes de errores de pensamiento, como las distorsiones cognitivas e identificar valores personales, como lo son nuestras reglas, suposiciones y actitudes. La terapia se enfoca entonces a corregir estos pensamientos y cambiar la manera en que una persona ve el mundo. Si pensamos en un caso de ansiedad, podríamos ver cómo se mantiene un patrón de pensamientos catastróficos y obsesionados con la seguridad y el control. La terapia tomaría esos pensamientos e intentaría volverlos más objetivos y cercanos a la realidad. Por otro lado, la base de terapia de conducta se enfocaría en primer lugar, dotar de estrategias de relajación al paciente para reducir la intensidad de las emociones y en segundo lugar exponer gradualmente al paciente a los objetos temidos. Como podemos ver, entonces la terapia cognitivo conductual está enfocada en el cambio y eliminación de los problemas. Pero no todo es tan sencillo.

La terapia cognitivo conductual basada en Mindfulness retoma los elementos más importantes de la filosofía del mindfulness. Estos son la Aceptación y la Plenitud. Para una explicación más profunda, te recomiendo este enlace. Lo más importante a destacar del Mindfulness es que nos permite vivir la vida sin recurrir a la dependencia o el deseo. La aceptación nos ayuda a no sufrir al intentar forzar la realidad a cosas que no pueden cambiar. Un ejemplo de ello es nuestra mente y nuestras emociones. Por un lado, la terapia cognitivo conductual tradicional nos dice: cambia tu pensamiento y mejorarás. Y en casi todo tienen razón, excepto por el hecho de que de hecho no podemos controlar nuestra mente, sino sólo corregirla con nuestro razonamiento. Tampoco podemos controlar nuestras emociones. Estas son un sistema que evolucionó para mantenernos vivos y su eficacia depende de que sean rápidas, aunque nos causen problemas en el mundo de hoy. Lo que nos permite el mindfulness entonces es a vivir plenamente al aceptar las cosas que no podemos cambiar, y la terapia cognitivo conductual nos da las herramientas para lograr un cambio significativo en lo que sí podemos cambiar de nuestra vida.